Horas,dias,meses, años, siglos. no importaba el tiempo.
Lo que si me extrañaba era que en la mesa "5" vi el retrato vivo de la ausencia de ganas
de SER que denotaba el rostro de ese hombre,caído,canzado...apacible.
Despertaba un sinfin de interpretaciones y obligaba a la reflexión a todo aquel
que desde la curiosidas quisiese interpretarlo.
Su cuerpo canzado no se movia y permanecia rígido con el mentón sobre su mano derecha
el rostro se le desdibujaba de a poco y sus lagrimas contenidas en los ojos daban
lo que fuere por caer.
El ambiente era oscuro, el aire espezo por el humo, y las luces tenues opacaban cada tono
dandole una sensación monocromática, de "sepia" al lugar.
La gente entraba y salìa,pero el seguia firme, meditativo, melancólico, con
la mirada perdida en quien sabe donde. anque observandolo bien y desde cierto angulo
del salon podia darme cuenta que navegaba con los ojos en cada numero de aquel
reloj blanco colgado en la pared del bar.
¿cuanto mas debía esperar?¿ a quien debía esperar?... sinceramente no lo sabía
pero me inquietaba ver tanta paciencia y dolor mezclados en una sola expresión.
hasta que en cierto momento me empatizé y comenzé a perderme yo mimso en ese reloj.
me replantié mi situación en aquel bar guardado en esa oscura calle de buenos aires
prendí mi ultimo cigarrillo y reflexioné sobre mi vida mediocre, sobre mi tiempo perdido
, mis desamores, y el dolor que me acompañaba muy dentro mio .
al volver la vista en el hombre me encontré sentado en la mesa "5" con mi rostro apoyado
en mi mentón, estaba encorvado,tiezo
con mis manos frias y con la grimas en los ojos.
no sabía a quién esperaba, ni que sucedía, me había visto desde afuera..habia sentido lastima
...finalmente me había encontrado...
tomé el diario, pagué el café que nunca bebí, dejé propina y partí.
En la calle un clima primaveral embriagaba el corazón de las personas que caminaban
por las calles cercanas a los teatros, y la noche recién comenzaba...
había mucho por hacer.

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